Mis tribulaciones en los aeropuertos:
En El Prat, detectan que en mi mochila hay un cutter (sería largo y complicado explicar por qué) y una cadena-candado para bicicleta; utilizo el Pans & Company más próximo para guardarlos hasta nuestro regreso.
En El Cairo, detectan unas tijeras de botiquín y, al extraerlas de mi mochila, también me obligan a entregar el pulpo de la bicicleta.
Ahora entiendo por qué no se encontraron armas de destrucción masiva en Iraq: "estaban todas en mi mochila de combate".
Casi todo el espacio aéreo cerrado y nosotros ahí, tan tranquilos comiendo cruasans y viendo gemelas nibelungas.
ResponderEliminarEstábamos mirando el globo rerráqueo que se ve al fondo y preguntándonos si la próxima aventura no podría abatcarlo... De una tacada
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